- Reducción de emisiones
Si hablamos de cambio climático el tiempo va más de prisa. La pasada Conferencia de Cambio Climático (COP 26) celebrada en Glasgow fue todo un acontecimiento por la urgencia de que los países se comprometieran a reducir sus emisiones.
Así, en noviembre de 2022 la esperanza de la humanidad se concentrará en la COP 27, con sede en Sharm El-Sheikh, Egipto. Lo que se espera es que cada país presente avances y acciones más contundentes para que a 2030 las emisiones disminuyan 45%.
De esta forma, a lo largo del siguiente año ciudades de todo el mundo planearán e implementarán proyectos sostenibles. Gobiernos, iniciativa privada y sociedad civil deberán esforzarse verdaderamente para lograr que la temperatura no suba más de 1.5 grados respecto a niveles preindustriales.
- Intercambio de datos y colaboración internacional
Está claro que los problemas más graves que enfrenta el mundo no tienen fronteras y que su solución exige la cooperación internacional. Por ello cobra relevancia el hecho de compartir conocimiento, intercambiar datos y discutir ideas.
Con los eventos públicos reanudados, la participación en congresos mantendrá ocupados a políticos, académicos, empresarios y activistas.
Por ejemplo, bajo el lema “Seguridad del agua para la paz y el desarrollo”, Dakar, Senegal, acogerá el 9 Foro Mundial del Agua en marzo de 2022. Gobiernos, organismos multilaterales, sector privado y organizaciones de la sociedad civil se congregarán para fortalecer las líneas de acción que garanticen la disponibilidad de agua y su gestión sostenible.
Los interesados en ciudades sostenibles se reunirán el próximo junio en el XI Foro Urbano Mundial (WUF11), en Katowice, Polonia. En este caso, con el eslogan “Transformar nuestras ciudades para un mejor futuro urbano” el encuentro buscará fortalecer relaciones y crear vínculos para lograr urbes más inclusivas, seguras, resilientes y sostenibles.
También en junio se realizará el primer Global Mobility Call, en Madrid. Este evento de negocio y networking multisectorial de movilidad sostenible tendrá cinco ejes temáticos. Líderes mundiales reflexionarán sobre tecnología, data e innovación; nueva planificación urbana; transporte sostenible de personas y bienes; desarrollo económico y regulación, y sociedad del futuro.
- Flexibilidad y usos mixtos en los espacios
La cuestión de la flexibilidad en los espacios no es nueva, pero hoy está más vigente que nunca. Poder modificar una vivienda, por ejemplo, ante la necesidad de trabajar en casa o de un confinamiento, le da mayor vida útil a la construcción. En países como México, con un índice de pobreza de 43.9%, de acuerdo con el Coneval, el crecimiento de las familias o la necesidad de rentar alguna parte del inmueble también seguirá obligando a transformar las áreas.
Por otro lado, una de las demandas para los desarrollos inmobiliarios es pensar antes que nada en la comunidad. De esta forma, las construcciones de usos mixtos, donde se pueda vivir y disfrutar del esparcimiento, seguirán en tendencia porque fortalecen la vitalidad de la ciudad. Además, pueden contribuir al equipamiento urbano básico de la zona con parques o áreas verdes.
Otro punto a su favor es que son espacios que se pueden ocupar y transitar todo el día. En consecuencia, generan vigilancia ciudadana y pueden ayudar a disminuir la inseguridad.
- Arquitectura sin desperdicio
Las obras de arquitectos destacados a nivel internacional marcan una constante que obedece a las necesidades del mundo que nos interpela. Así ocurre con la dupla francesa Anne Lacaton y Jean Philippe Vassal, ganadora del premio Pritzker 2021, a la que no hay que perder de vista el próximo año. En sus intervenciones priorizan conservar las estructuras para aprovechar lo existente y disminuir los gastos, pero también los desperdicios. Es así como conjugan una visión sostenible.
En la misma línea va uno de los más recientes proyectos del aclamado Norman Foster, que Madrid estrenará en 2022. Se trata de la rehabilitación de una antigua nave industrial en la que este británico ha estado trabajando para convertir en oficinas, y que contará con un gran parque exterior.
En México, esta tendencia distingue al menos dos de las propuestas que Tatiana Bilbao tiene en proceso. Una es un proyecto de redensificación en Apodaca, Nuevo León. La otra es un hotel en Los Cabos, Baja California, donde la apuesta es tener el menor impacto ambiental posible.
- Localidades más inteligentes
Cada vez más se entiende que una ciudad inteligente no es la que hace un mayor uso de la tecnología, sino la que aprovecha la innovación para mejorar la vida de sus habitantes. Uno de los primeros lugares en ese sentido lo tiene Singapur.
En 2022 esta urbe asiática concluirá el proyecto de alumbrado público inteligente y eficiente en todas las calles, que su departamento de transportes anunció desde 2017.
Según los expertos, ocho aspectos hacen inteligente a una ciudad: movilidad, salud, seguridad, agua, energía, compromiso y sociedad, desarrollo económico y vivienda, y residuos.
Ya que este año la Ciudad de México ocupó el lugar 108 de las urbes más inteligentes del Smart City Index, y que tanto el Banco Interamericano de Desarrollo como la Confederación Mexicana de Cámaras Industriales (Concamin) le ven a varias ciudades de la República potencial para ser inteligentes, durante 2022 muchos esfuerzos en el país apuntarán a mejorar la calidad de vida de las personas y a encontrar mejores soluciones para los problemas públicos mediante el uso eficiente y creativo de la tecnología.
Seguramente a lo largo del próximo año a estas cinco tendencias en gestión urbana se sumarán otras a las que también convendrá estar atentos. Hace 21 meses la pandemia nos dejó claro que todo puede cambiar de un momento a otro, sin previo aviso, por lo que estar atentos a lo que ocurre en el mundo ayuda a prepararnos para enfrentar los cambios de mejor manera.