Por STAFF ENTORNO Y FUTURO | 1/3/2022
Al mundo le estamos dando lo que no necesita. Cada día la generación de basura crece más y más, sin indicios de que la tendencia se pueda revertir. De hecho, el Banco Mundial calcula que para 2050 los desechos sólidos aumentarán 70%, llegando a 3 mil 400 millones de toneladas. Y ya que menos de 20% de los desechos se reciclan, resulta urgente emprender acciones para darles un adecuado tratamiento.
Entre los factores que contribuyen a la generación de basura se encuentran el crecimiento demográfico y económico, la urbanización y los hábitos de consumo. Por ello, los países ricos son los que reportan mayores desechos. Sin embargo, estos suelen gestionarlos de mejor manera, de acuerdo con el Global Waste Index 2022.
Este análisis evaluó a los 38 integrantes de la OCDE. Tras considerar la cantidad de basura generada, reciclada, incinerada y enviada a tiraderos, en una escala de cero a 100 puntos siete naciones reprobaron —entre ellas México, Israel, Italia y Chile—. Sólo 11 países obtuvieron más de 80 puntos, siendo Corea del Sur, Dinamarca y Alemania los mejor calificados.
Al final de la lista aparece Turquía porque, si bien en los últimos tres años pasó de reciclar cero kilos de basura por habitante al año a 47 kilos, un alto volumen de sus desechos son eliminados de manera ilegal.
La basura en México se acumula a cielo abierto
México registra una generación de basura por habitante al año de 359 kilos —equivalente al peso de tres refrigeradores—, de los cuales sólo 13 kilos se reciclan. El Global Waste Index sitúa al país en la posición 35 de 38.
“El tema de los residuos es importante; es una de las principales causas de gases de efecto invernadero, contribuyendo a la crisis climática. Es algo que hacen todos los ciudadanos todos los días: generar residuos a través de su consumo. Y una realidad es que no toda la basura se puede reciclar”, dice Alejandra Valdez, fundadora y directora de Marketing de Ecolana.
Esta empresa creada en 2018 empezó desarrollando un mapa para que ciudadanos y empresas supieran en dónde reciclar la basura en la República Mexicana. Actualmente cuenta con una app en la que ofrecen programas de recompensa como incentivo para tomar conciencia y actuar en beneficio del planeta.
En el país los residuos se destinan principalmente a tiraderos a cielo abierto, donde los pepenadores intentan recuperar el valor de los residuos. El problema con estos lugares, observa Alejandra Valdez, es que el material se degrada y genera metano, que contribuye de forma importante a la crisis climática. Además, son una fuente de incendios y el precolado contamina el suelo.
“Por el lado social, los tiraderos representan la marginación de comunidades que viven y trabajan en estos lugares. Queremos alejar la basura de nosotros, pero no nos damos cuenta de que la estamos acercando a otras personas”, indica.
El reciclaje, una tarea necesaria que pocos realizan
El Banco Mundial señala que sólo seis países reciclan más del 50% del total de sus desechos. Estos son Suiza, Suecia, Austria, Alemania, Bélgica y los Países Bajos. Asimismo, señala a América Latina como la región menos comprometida en esta actividad.
Sin embargo, las tasas de reciclaje podrían ser engañosas. Estas reportan el volumen de residuos que llegan a las plantas de reciclaje, pero sólo una fracción de ellos se reutiliza y el resto se incinera. National Geographic asegura que 91% del plástico no se recicla.
“La basura es algo que no sirve, que ya no tiene ningún propósito. Nosotros queremos hacer visible que muchos residuos no son basura sino recursos que están capturados en esa botella, en ese envase...”, señala Alejandra Valdez.
Desde su punto de vista, existe una fuerte inclinación a desestimar lo que se puede hacer en lo individual. Se suele pensar que si no hay grandes cambios estructurales, nada va a pasar. No obstante, los avances tanto en procesos como en infraestructura se detonan a partir de los ciudadanos.
“El cambio ocurre gracias a que los ciudadanos empezamos a decir: me encanta este producto pero no puedo reciclarlo, o quisiera reciclar pero no hay centros de acopio. Levantar la mano es muy válido. Debemos ser conscientes del poder que tenemos en el consumo y como individuos dentro de esta sociedad”, advierte.
Incentivos para emprender acciones individuales que impacten en lo colectivo
Además de estar conscientes de que la generación de residuos tiene un efecto negativo en el planeta, lo urgente es hacer algo para contrarrestar el daño. Desde decidir si se compra o no un producto, hasta participar en programas de reciclaje.
Si el beneficio ambiental no es suficiente, diversos países han implementado sistemas para premiar a ciudadanos que separen correctamente sus residuos. En Australia, por ejemplo, Envirobank da crédito para el transporte público a cambio de botellas y latas. Mediante Ecoelce, en Brasil se hacen descuentos en el cobro de luz a quienes reciclen.
“Hay muchas personas que necesitan un gancho extra, algo que los motive a pararse del sillón y llevar el material a reciclar. A través de nuestra app damos puntos, que llamamos ecolanitas, y éstas se pueden intercambiar por diferentes productos y servicios. Tenemos más de 170 aliados en los diferentes estados”, explica Lisseth Cordero, fundadora y directora general de Ecolana.
De esta forma, la recomendación de esta emprendedora es empezar en casa separando un residuo y poco a poco ir agregando más.
“No se necesita tener 200 contenedores en tu casa para separar todos los plásticos y los envases. Es una transformación que tienes que hacer en tu día a día, entonces hay que ir paso por paso y con metas muy cortas”, sugiere.
Al igual que otros países, México necesita convertirse en una nación mucho más sustentable, con una sociedad y sectores económicos realmente comprometidos con su entorno. Para ello no se requiere inventar el hilo negro, puesto que está muy claro lo que se debe hacer.
Y proyectos como Ecolana pueden ayudar a que todos incrementemos nuestro nivel de reciclaje y seamos individuos más propositivos para una mejor sociedad. De hecho, en 2020 hicieron posible que más de mil 800 toneladas de residuos sólidos de grandes empresas fueran reciclados.