La humanidad entera se encuentra en un tiempo decisivo para afrontar con éxito uno de los problemas más grandes y graves del planeta: el cambio climático. A diario, en diferentes puntos de la geografía mundial, el mundo padece catástrofes producto del abandono de la problemática y las pocas soluciones efectivas por parte de los gobiernos para aminorar sus impactos. El ingeniero y premio Nobel de Química, José Mario Molina Pasquel y Henríquez, explica en entrevista con Entorno y Futuro lo desastrosas que pueden ser las consecuencias del cambio climático.
“Ya desde principios del siglo pasado la comunidad científica se preguntaba cómo funciona el clima del planeta y los científicos concluyeron que las actividades de la humanidad podrían cambiarlo. Si no tuviéramos una atmósfera, el clima sería mucho más frío. La temperatura sería de -18 grados centígrados y no habría evolucionado la vida, pero gracias a la presencia de la atmósfera y aún más a una pequeña cantidad de ciertos gases, la atmósfera funciona como una manta que calienta al planeta, eso explica por qué la temperatura promedio es de +15, en lugar de -18 grados centígrados.”
Sin embargo, estos gases que funcionan como una manta están aumentando en cantidades significativas, “porque se producen al quemar combustibles fósiles, a los cuales el clima es sensible. Desde el siglo pasado hasta principios de éste, se sabía que es muy importante dejar de usar combustibles fósiles en algún momento, pero también que son muy importantes para la economía de los países, sobre todos aquellos industrializados. Hace aproximadamente tres años se empezaron a ver con bastante claridad distintos impactos del clima; originalmente se había pensado que serían importantes a fines del siglo, pero llegaron antes y además, lo que es nuevo para los científicos, estos impactos están interactuando entre ellos”, añade el doctor Molina.
El nuevo consenso, a decir del mexicano, es que ya no sólo está cambiando el clima, sino que ya vivimos una emergencia climática. “No es una emergencia como el coronavirus, que se debe solucionar este año o el siguiente, pero sí tenemos que tomar medidas muy serias esta década”. Explica que es relevante pensar en la importancia de los combustibles fósiles y en las afectaciones que abonan al cambio climático, por lo que hay que tomar medidas drásticas. No obstante, dichas medidas se pueden abordar de manera que la economía no se afecte gravemente; si se hace bien y se trabaja de forma conjunta, en todo el planeta se logrará un desarrollo económico positivo.