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“El espacio público tiene que brindar las mismas oportunidades a todos”: Rodolfo Amate. En entrevista, el director del IMIPE de Celaya habla de su apuesta por una movilidad sustentable que beneficie a los habitantes de este municipio guanajuatense y sirva de ejemplo en el país.

Por KATHIA GARCÍA | 01/10/2021

 

Todos tenemos derecho a la ciudad. Y el compromiso del arquitecto Rodolfo Amate Tirado es velar porque los celayenses más vulnerables tengan acceso a este derecho. Lo dice él mismo que, como director del Instituto Municipal de Investigación, Planeación y Estadística (IMIPE) de Celaya, Guanajuato, tiene la oportunidad de incidir directamente en las políticas públicas.

Si bien Celaya es considerada como la ciudad más violenta del mundo, por el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal, Rodolfo Amate destaca el potencial urbano que ve en ella para ser un ejemplo en el país.

Una de las apuestas más fuertes de este maestro en Gestión Pública Aplicada, por el Tecnológico de Monterrey, es la movilidad sustentable. Y ha dado resultados. Celaya fue reconocida como la ciudad con mayor reparto modal de México, en el Ranking Ciclociudades 2020 del Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo (ITDP por sus siglas en inglés). 

Lo anterior, porque en dicha ciudad 9 de cada 100 traslados se realizan en bicicleta. En segundo lugar está León con 5.6 traslados en bici. Pero precisamente ese acierto prende un foco rojo: el fuerte arraigo por la cultura del automóvil.

Próximo a concluir su administración, Amate Tirado, el presidente más joven que ha tenido el Colegio de Arquitectos de Celaya, nos habla de su trabajo en estos últimos tres años. Su conclusión: todavía hay camino por andar. Pero las sociedades civiles organizadas pueden garantizar la continuidad de los proyectos.

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¿Qué te ha influenciado para pensar en la planeación de una ciudad, en este caso Celaya?

La necesidad de que todos tengamos una ciudad más justa. Que todos los que la habitamos tengamos las mismas oportunidades de desarrollarnos social y humanamente, sin importar nuestra clase social ni nuestras condiciones económicas.

 

Si hiciéramos una evaluación de Celaya en cuestión de ordenamiento territorial, ¿cómo ha cambiado en estos tres años de tu gestión?

Hemos sentado las bases en materia de instrumentación para que el ordenamiento territorial pase de ser una problemática a la oportunidad de solucionar una infinidad de problemas en distintos rubros, mediante la gestión del territorio de manera sustentable.

 

¿Dirías que Celaya está apostando por el futuro? Si es así, ¿cómo transitar hacia las tendencias globales de crecimiento sustentable?

Desde luego le estamos apostando al futuro, a estar a la par de otras ciudades del mundo. Todas las ciudades mexicanas tenemos todo para lograrlo, pero debemos hacer que la gente lo crea.

Necesitamos desarraigar la cultura en torno al automóvil y difundir las nuevas tendencias de movilidad. Poder llegar caminando, en bicicleta o en transporte público a tu trabajo, la escuela o a hacer tus compras es más enriquecedor que hacerlo en automóvil.

Podemos generar la mejor estructura de instrumentación en cuanto a políticas públicas, pero si no convencemos a la población de que esto es lo más adecuado nos vamos a seguir topando con obstáculos en el camino. Entonces, uno de los primeros pasos tiene que ser la concientización.

 

Una de las metas es hacer de Celaya una ciudad más compacta. ¿Cómo se compacta una ciudad en crecimiento y qué beneficios tiene para la comunidad? 

Existen tres formas de que las ciudades crezcan. Una es la expansión, otra es rellenar los vacíos urbanos y otra es densificarnos. En los últimos 40 años Celaya, como prácticamente todas las ciudades del país, le ha apostado a la expansión. Mientras la población se duplicó, la mancha urbana creció cuatro veces. Esto ha provocado que el ejercicio de los recursos públicos y los servicios sea cada vez más ineficiente. 

Actualmente, en Celaya el 25% del territorio en la mancha urbana está desocupado y siguen habiendo propuestas de desarrollo en las afueras. Tenemos que frenar eso y, más bien, compactar. Es decir, rellenar esos vacíos urbanos y que los desplazamientos sean cortos. Eso beneficia nuestra calidad de vida y el ejercicio de los recursos públicos, que son de todos.

Ciudad compacta Celaya

 

¿Cuál es tu visión sobre la movilidad y hacia dónde va el mundo respecto a ello?

Los pasos hacia la movilidad no es tener avenidas con más carriles, más distribuidores viales con más puentes y pasos a desnivel. El desarrollo en la movilidad significa que los desplazamientos para poder cumplir con nuestras actividades sean menores y los podamos hacer caminando, en bicicleta o en transporte público masivo. 

Me ha tocado ir a comunidades para hacer proyectos de pavimentaciones y la gente, aunque no tenga automóvil, solicita que el arroyo vehicular sea muy amplio. Nosotros les explicamos que, al contrario, son las banquetas las que tienen que ser más amplias para que ellos tengan una accesibilidad adecuada.

 

Uno de los grandes éxitos para Celaya ha sido el reconocimiento como la ciudad mexicana con el mayor porcentaje en el reparto modal en bicicleta, por el Ranking Ciclociudades 2020. ¿Cómo lo lograron y cómo darle continuidad?

Celaya, al ser una ciudad plana y contar con un buen clima en la mayor parte del año, ha permitido la cultura del desplazamiento en bicicleta. Le hemos abonado el Programa Integral de Movilidad Urbana Sustentable (PIMUS). De ahí emana el programa de ciclovías, y el ayuntamiento ha asignado más recursos para su generación. 

Sin embargo, diagnósticos que hemos realizado nos indican que menos del 25% de los usuarios de bicicleta son menores de 30 años. La mayoría de los jóvenes se están mudando a utilizar motocicleta o automóvil. 

Estamos contentos por lo que se está viviendo en la ciudad, pero no podemos estar satisfechos. Tenemos que seguir trabajando para que más jóvenes y niños utilicen la bicicleta. 

Aparte, debemos generar condiciones de seguridad. Una de las primeras razones por las que los usuarios no utilizan la bicicleta es porque consideran que pueden sufrir un accidente con los automovilistas o ser víctimas de un acto delictivo.

Ranking Ciclociudades

 

¿Nos puedes hablar un poco más sobre el PIMUS?

La movilidad se empieza a resolver desde el ordenamiento territorial para que la ciudad nos permita realizar nuestras actividades cerca de donde vivimos. Para nuestro PIMUS hicimos 24 estudios de diagnóstico, lo cuál nos permitió identificar 38 problemáticas muy claras. Con base en ello, generamos 42 estrategias para resolverlas. 

La problemática número uno es que 50% de nuestra red vial carece de banquetas. De las banquetas existentes, más de la mitad están en mal estado. Es muy significativo, ya que le estamos apostando a la movilidad sustentable y caminar es la primera forma de desplazarnos. Nos abre los ojos respecto a qué tenemos que intervenir antes de pensar en solucionarle la vida a los automovilistas.

 

¿Ahora nos puedes contar un poco acerca del Programa Municipal de Desarrollo Urbano y Ordenamiento Ecológico Territorial (PMDUOET)?

En 2019 comenzamos la actualización de nuestro PMDUOET, totalmente apegada a la agenda 20-30 de la ONU Hábitat. Quisimos implementar políticas públicas enfocadas a la consolidación de la mancha urbana. 

La clave está en cómo podemos hacerlas realidad. Es un hecho que tienen que ser factibles en cuanto al entorno y las condiciones económicas de los desarrolladores inmobiliarios, que son los actores principales en el crecimiento de la ciudad. 

Tratamos de incentivar la inversión de los desarrollos inmobiliarios en los vacíos urbanos de nuestra ciudad o que puedan redensificarla en algunos corredores urbanos. Hemos dado los primeros pasos, pero todavía hay camino por andar.

 

¿Por qué es importante contar con instrumentos de planeación como el IMIPE?

Porque es la única manera de poder contar con una planeación, una visión de largo plazo, y darle continuidad a la implementación de las políticas públicas, a pesar de los factores políticos que siempre influyen en una administración pública.

 

¿Cuáles son los mecanismos necesarios para que los planes se respeten y se ejecuten en el largo plazo?

Primero, la generación de estos institutos de planeación; que todos los municipios cuenten con ellos. Si son municipios con una menor población, que por lo menos se cuente con una oficina dentro de la dirección de Desarrollo Urbano. 

Pero estos institutos deben estar respaldados por un consejo ciudadano que garantice la continuidad. En la participación ciudadana está la clave. Ahí es donde se puede blindar la planeación de los factores políticos que influyen en los cambios de las administraciones públicas. 

En el IMIPE tenemos un consejo directivo conformado por seis ciudadanos y cinco funcionarios públicos. Los ciudadanos son mayoría y definen las decisiones que se pueden llevar a cabo en una votación.

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Otro de los proyectos destacados de la administración es la Deportiva de Galaxias del Parque, ¿qué nos puedes contar al respecto?

Este es un ejemplo muy puntual de la mezcla de usos. La Deportiva se encuentra en la zona norponiente de la ciudad, que alberga casi el 33% de la población y donde predomina el uso de suelo habitacional. 

Toda esta gente se tiene que desplazar al centro de la ciudad o a los otros extremos para poder llevar a cabo sus actividades, desde laborales hasta recreativas. La Deportiva ayudará a que las personas tengan que desplazarse menos. Hablamos del rubro del deporte, pero sin duda es un paso importante.

 

Durante tu administración, los grandes ejes han sido movilidad, reconfiguración de espacios en desuso y mejoramiento y prevención de desastres. ¿Te sientes satisfecho con ellos?

Ha sido un trabajo en equipo y agradezco el respaldo que me ha dado la alcaldesa Elvira Paniagua. Lo que me ha mantenido con entusiasmo para seguir en esta lucha, ya sea adentro o afuera del gobierno, es ver cómo hemos podido ganarle espacio al automóvil, reconfigurar calles, ampliar banquetas y darle a las personas espacios que se ocupaban para estacionar coches. 

Nos ha costado mucho trabajo. Muchos ciudadanos, todavía con arraigo a la cultura del automóvil, no están convencidos de la situación. Pero yo le apuesto a que con el tiempo se irá generando conciencia sobre el tema.

 

Celaya ha sido considerada una de las ciudades más violentas de México, ¿cómo impacta esto en el modelo integral que busca el IMIPE para el desarrollo del municipio?

Hoy más que nunca, todas las áreas que conformamos una administración pública tenemos que aceptar la responsabilidad que tenemos en el tema. No solamente quejarnos o exigir. 

Cuando ocurren situaciones de seguridad a quién primero se voltea a ver para reclamar o exigir es a la policía. Pocas veces reflexionamos sobre lo que otras área hemos dejado de hacer para la seguridad de todos. 

Por ejemplo, en colonias marginadas, qué tanto ha hecho la planeación para que niños y jóvenes crezcan con las condiciones físicas y servicios públicos adecuados para su óptimo desarrollo social y humano. 

Es momento de que, específicamente en materia de planeación urbana, hagamos una reflexión. Ciudades más dispersas, más segmentadas, son una problemática para poder tener un estado de paz.

 

¿Dirías que Celaya es un buen lugar para vivir? 

Claro que sí. Tenemos una ubicación privilegiada, un excelente clima. Eso nos genera oportunidades para desarrollarnos en todos los sentidos y tener una buena calidad de vida. Sin duda tenemos retos importantes que vencer, como el de la seguridad. Pero estoy seguro de que los celayenses sabremos salir adelante de esta situación y regresar a ser una ciudad con paz y tranquilidad.

 

Si tuvieras oportunidad de presidir un nuevo periodo administrativo, ¿qué proyectos echarías a andar y con cuáles continuarías?

Seguiría apostando por el desarrollo del transporte. Tenemos una oportunidad magnífica en la reestructuración de nuestras calles y avenidas. Reasignar el espacio para hacer vialidades enfocadas a la movilidad urbana sustentable.

También trabajaría en rellenar los vacíos urbanos y la redensificación. En crear nuevas oportunidades de desarrollo económico en cada corredor urbano. Lograr una estructura que beneficie al medio ambiente, al desarrollo social de la población, y que genere las condiciones económicas. Hacer que las tres hélices de la sustentabilidad nos den una mejor calidad de vida.

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