Entrevistado por Entorno y Futuro, Kleber Wedemann, director de Marketing para Latinoamérica, Caribe, US SMB, Telco, Media & Tech en SAS, empresa líder en analítica e IoT (también conocido como el internet de las cosas, el cual se refiere a la interconexión digital entre objetos de la cotidianidad con internet), reconoce que “el crecimiento de internet impacta directamente tanto a la sociedad como a las empresas. Su carácter democrático habla de inclusión no solamente de grupos demográficos, sino también de todas las actividades productivas del país”.
El efecto black mirror
Sin lugar a dudas, la demanda de internet para realizar diversas labores va al alza, como lo refleja el Censo de Población y Vivienda 2020, también realizado por el INEGI del 2 al 27 de marzo de ese año. Además, pone en evidencia que cada vez más personas se conectan mediante dispositivos móviles.
Destaca, por ejemplo, que:
- 52% de las viviendas cuenta con conexión a internet
- El teléfono celular es el dispositivo más utilizado por la ciudadanía, es decir, por un 87.5 por ciento
Las últimas cifras dadas a conocer por el Instituto Federal de Telecomunicaciones en su reporte “Nota técnica de los indicadores de los sectores de telecomunicaciones y radiodifusión al tercer trimestre de 2020” arrojan que el acceso a internet a través del teléfono celular u otros dispositivos móviles alcanzó la cifra de 99.6 millones. Asimismo, la Asociación de Internet MX en conjunto con The Competitive Intelligence Unit publicaron recientemente su 17° Estudio sobre los Hábitos de los Usuarios de Internet en México 2021, en el que se corrobora que los dispositivos móviles son los que mayor uso tienen entre los usuarios: smartphone (92%), computadoras (45%) y tabletas (14%).
La era del home office
La dinámica laboral ha cambiado irremediablemente. La pandemia trajo consigo no sólo una exorbitante cantidad de contagios y muertes, sino la necesidad de aislarse en casa y no salir, a menos que fuera para lo extraordinario. Esto incluía el trabajo. Salir, tomar el transporte, caminar o ir en bicicleta o auto ya no era opción. Ahora, los trayectos eran de la habitación a la sala, de la cocina a la estancia, del baño al estudio; a partir de ello muchas personas comenzaron adecuar sus hogares. Los retos han cambiado, pues ahora la movilidad no es el principal problema para llegar al trabajo, sino que la mala conexión a internet ha causado caos a más de un usuario.
En enero de este año, se realizó una reforma al artículo 311 (y se adiciona el capítulo XII Bis) de la Ley Federal del Trabajo, que establece que “la persona trabajadora bajo la modalidad de teletrabajo será quien preste sus servicios personal, remunerado y subordinado en lugar distinto a las instalaciones de la empresa o fuente de trabajo del patrón y utilice las tecnologías de la información y la comunicación”. Algunos de los puntos más sobresalientes, respecto de la labor del empleador, son:
- Asumir los costos derivados del trabajo: el pago de servicios de telecomunicación y electricidad
- Respetar el Derecho a la desconexión
- Preservar los datos personales y el derecho a la intimidad de los empleados
Cabe destacar que los asistentes virtuales, como Siri y Alexa, han sido recurrentes dentro de las recientes dinámicas de home office en México; pues en 2020 creció su uso un 26% entre los internautas que se conectan desde casa, a decir del Estudio sobre hábitos de los usuarios de internet en México del año pasado. En este sentido, “el internet de las cosas se integrará más estrechamente con innovaciones como la inteligencia artificial (IA) para generar un mayor valor para las empresas y los ciudadanos. No cabe duda que el sector de las TIC en México es uno de los más dinámicos. Sin embargo, su crecimiento, junto con las innovaciones posibles como la nube, el IoT, el software como servicio (SaaS), las tecnologías cognitivas, el edge computing y muchas más, no estará exento de desafíos. Asimismo, se prevé que en el futuro, a medida que se atenúe la pandemia, permanecerá un modelo de trabajo híbrido, en el que parte de las labores se harán en la oficina y otro tanto en casa. Por lo tanto, las empresas necesitan ofrecer soluciones de TIC modernas y personalizables. En este sentido, la tecnología les ayuda a entender que es posible colaborar y ser productivos bajo un esquema remoto y que es necesario proveer infraestructura, seguridad, flexibilidad y movilidad”.
Por su parte, la empresa Deloitte lanzó el estudio Digital Customer Trends 2020, donde destaca que una de las mayores dificultades del home office es la caída constante de la banda ancha de internet (28%), lo que impone desafíos para las regulaciones laborales en torno al teletrabajo, pues la alta demanda de servicios de internet ha provocado fallas en el servicio de diferentes operadores, lo cual dificulta la productividad de los trabajadores. En el estudio conjunto entre Asociación de Internet MX y CIU, se reportan datos interesantes: el principal lugar de conexión entre los usuarios es la casa (90%), es decir, 9 de cada 10 personas usan redes fijas; en contraste, el análisis revela que los principales problemas para navegar son velocidad lenta (69%), servicios intermitentes (26%) y navegación insegura (5%). En este sentido, deberá ponerse atención, de continuar el trabajo desde el hogar, al flagelo del internet lento y las fallas de servidores.
#InternetParaTod@s
Uno de los más ambiciosos proyectos de este gobierno —y seguramente de varios— es crear una red de cobertura en todo el país. En su Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares (ENDUTIH) 2019, el INEGI reportó que 34 millones de personas no tienen acceso a internet. Para combatir la desconexión, el Gobierno federal solicitó a la empresa Altán Redes encargarse de la cobertura de internet a nivel nacional. El proyecto se llama “Red Compartida”; sus propósitos son reducir la brecha digital con un acceso económico y de alta calidad a internet a comunidades no atendidas.
El director de Altán Redes, Salvador Álvarez, en “Una Red Compartida con cobertura social”, reconoció que, con el proyecto, hasta ahora llevan conectadas 75 mil localidades de menos de cinco mil habitantes. Esto lo lograron mediante una infraestructura propia que cuenta con una red de banda ancha móvil de voz y datos 4G o 5G, así como a través de su roaming social (las posibilidades que tiene un dispositivo inalámbrico de utilizar una cobertura de red distinta de la principal, en este caso la Red Compartida de Altán Redes). Hasta ahora se han beneficiado 300 mil mexicanos, y al cierre del año serán 18.7 millones (y para 2024, habrán cubierto con su conexión al 92.2% de la población mexicana).
En el marco del Día del Internet, celebrado el 17 de mayo, aún quedan muchos aspectos por abordar, como los costos de contratar un servicio de internet, hacer cumplir las legislaciones que ya están establecidas en la Ley Federal de Trabajo y acceder a mejores dispositivos móviles. Como ya han demostrado las diversas encuestas y análisis realizados por empresas del sector telecomunicaciones, el uso de internet va creciendo y no muestra signos de retroceder. Sin embargo, ahora el reto más grande es la cobertura total a los largo de toda la geografía nacional.
Los datos anteriores demuestran nuevos usos y costumbres, como el dominio del teléfono celular en nuestras vidas, así como la apertura del internet, incluso como propuesta gubernamental. En contraste, los retos a enfrentar, además de la conectividad de los usuarios, son la seguridad de los datos para evitar fraudes y estafas.
El líder para Latinoamérica de SAS reconoce que el uso de IoT y de internet en un futuro tiene muchas posibilidades y utilidades, por ejemplo:
- Una ciudad puede implementar sensores conectados a una infraestructura física para monitorear permanentemente la eficiencia energética, los niveles de contaminación del aire, la utilización del agua y el tráfico, entre otros.
- Google Maps, Netflix, Siri y Alexa, por ejemplo, son aplicaciones donde la IA y el IoT están trabajando y, probablemente, ni siquiera estamos conscientes de ello.
- Hoy se pueden observar soluciones de transporte inteligentes que agilizan los flujos del tráfico, reducen el consumo de combustible, priorizan los calendarios de reparación de vehículos y salvan vidas. Las redes eléctricas ya han demostrado ser más eficientes para conectar recursos renovables, mejorando así la confiabilidad de los sistemas y la facturación a clientes. Y los sensores para monitorear máquinas diagnostican y predicen los problemas de funcionamiento, realizan los envíos de refacciones y programan las tareas de mantenimiento preventivo.
Hoy como nunca antes, el internet forma parte inherente del conocimiento generado por la sociedad, e inevitablemente repercute en la economía social luego de que la pandemia trajo consigo nuevos modelos de interacción laboral y personal. El uso de las videollamadas y los textos de mensajería se han posicionado como nuestra interconectividad. Los trabajadores y estudiantes son internautas, nuevos ciudadanos digitales, quienes, a fuerza de convivir o trabajar, se han sumergido en el anchuroso mundo de la World Wide Web.